Terminando febrero, podemos afirmar, con propiedad, que Latinoamérica se ha visto fuertemente afectada por la situación global, donde la tendencia a una alta inflación y la depreciación monetaria interna de cada país, en relación al dólar; han generado una influencia de carácter negativo para los países de la Región. Adicionalmente, la incertidumbre mundial, la inestabilidad política y la sensación general negativa por parte del gran empresariado, presentan un escenario aparentemente lúgubre para este año.

Sin embargo, no todo es tan malo. El término generalizado de las cuarentenas junto con la disminución de los casos de COVID, se ha traducido en una baja generalizada de la siniestralidad en la industria de seguros de vida, lo que podría significar una oportunidad de recuperación para muchas empresas del sector. Lo anterior sumado a los esfuerzos y medidas económicas propias de cada país, podría contribuir, en cada caso, a mejorar resultados, pasándolos desde negativos a estables o, incluso, desde estables a positivos, si las empresas encuentran formas para enfrentar este escenario desafiante. 

Veamos el caso de Perú y Colombia:

Citando un comentario de Eduardo Recinos, Director de Fitch Ratings en una entrevista a DF, si se compara 2022 respecto a 2019,  “Las primas de autos, salud y riesgos registraron un empeoramiento en su siniestralidad de un 42%”. Esta situación es negativa para la industria debido a que la depreciación de las monedas internas presenta un escenario de alto riesgo.  ¿Como se explica esto? El costo de repuestos e importación es altamente sensible en relación al dólar, el quiebre de las cadenas de suministro de los últimos años, la subida del precio de la bencina, sumado al ajuste que esto genera en cuanto a costos de transporte, navieras, etc, y el aumento de los plazos de entrega, suman costos para las Compañías de Seguros quienes deben proveer sus servicios navegando en estas condiciones. 

Una situación particular se vive en Colombia donde el alza del salario mínimo fijado en un incremento del 16%, basados en la expectativa de una inflación del 12.64% del Banco de la República de Colombia, se traduce en $160.000 por persona con respecto a 2022; impacta directamente al segmento de Rentas vitalicias. La expectativa del gobierno colombiano, es que este aumento contribuya a recuperar la capacidad adquisitiva de su nación, además de activar la demanda interna, sin embargo, un aumento generalizado de un factor tan crítico como el salario mínimo, impacta directamente en la inflación del mercado, de manera que ello no necesariamente contribuye en el mediano plazo a aumentar el poder adquisitivo de su población. 

En el caso de Perú, la inestabilidad política de los últimos meses presenta un escenario desafiante para la industria aseguradora local. Un posible aumento de la siniestralidad, sumado a la desaceleración económica, genera un alto riesgo para esta industria que, al igual que Colombia, debe enfrentar los costos aumentados de cubrir siniestros. En este contexto, se recomienda considerar un aumento en la proyección de costos operacionales para 2023, considerando los factores antes mencionados. 

¿Y Chile?

Chile, no se encuentra exento de los desafíos antes mencionados, sin embargo, nuestro país presenta un entorno comercial competitivo, con reglas de inversión claras, un marco legal apropiado, lo cual sumado a un gobierno estable, en comparación con otros países de la Región, permite que nuestra economía todavía conserve su capacidad de atraer inversión extranjera. 

A nivel local, acorde al Director de Fitch Ratings, en su entrevista con DF, “Las líneas de property y vehículos, se verán más afectadas por sus costos… donde la inflación impactarían el crecimiento de parte relevante de la industria de seguros generales”. Esto podría presentar un escenario negativo en estás líneas de crecimiento.

No así, el segmento de Vida Individual el cual podría verse favorecido por la política del Banco Central de Chile, que ha aumentado las Tasas de Interés en el último periodo, en un intento por controlar la inflación nacional, lo cual ha favoreciendo a sectores como las Rentas Vitalicias representando una oportunidad para empezar a ahorrar. 

Lo general que persiste como común denominador en LATAM, se encuentra en la incertidumbre e inestabilidad política, sumado a la situación macroeconómica marcada por una fuerte inflación.

La industria deberá permanecer informada respecto a estas tendencias, intentando encontrar oportunidades a nivel local como a nivel LATAM. El entendimiento de los fenómenos que ocurren a nivel global, podría proveer herramientas que ayuden a las empresas a tomar decisiones estratégicas que los beneficien en el corto y mediano plazo.