A partir de 2025, Francia desplegará cientos de cámaras de tráfico equipadas con inteligencia artificial capaces de detectar en tiempo real múltiples infracciones como el uso del teléfono móvil, la falta de cinturón de seguridad o la conducción temeraria. Esta iniciativa, que busca reducir la siniestralidad en las carreteras, marca un punto de inflexión en la forma en que los países abordan la seguridad vial, y plantea preguntas urgentes: ¿estamos preparados para esta transformación? ¿Qué desafíos implica? ¿Y qué está ocurriendo en Chile?
Francia se toma esta política pública con una seriedad de largo aliento. Desde el año 2002, el país ha desarrollado una estrategia integral y sostenida para reducir la violencia vial, con un enfoque que combina prevención, control y sanciones efectivas. Esta transformación comenzó con una fuerte voluntad política que permitió romper con una cultura de impunidad en las carreteras. La creación de una Comisión Interministerial de Seguridad Vial, que reúne periódicamente a todos los ministros relevantes, no solo Transporte e Interior, sino también Educación, Salud y Trabajo, marcó un antes y un después. Además, se implementó un sistema de control automático de velocidad mediante radares conectados a una plataforma nacional de interpretación de infracciones, que permitió sancionar con rapidez y precisión. Estas decisiones estratégicas lograron una reducción histórica de fallecidos en accidentes de tránsito, demostrando que el compromiso sostenido y multisectorial puede generar cambios reales en el comportamiento de los conductores.
Hoy, el auge de las nuevas cámaras, forma parte de un plan más amplio del gobierno francés para modernizar sus más de 4.000 dispositivos de control vial. La tecnología detrás de estos equipos va mucho más allá de los antiguos cinemómetros: se trata de un sistema basado en visión computacional y algoritmos de aprendizaje profundo que pueden analizar en tiempo real el comportamiento del conductor, incluso a través del parabrisas. Estas cámaras inteligentes están equipadas con sensores de alta resolución capaces de captar desde múltiples ángulos si el conductor lleva el cinturón, sostiene el teléfono o circula a una distancia insegura respecto a otros vehículos. Cuando se detecta una infracción, el sistema genera automáticamente una alerta que permite emitir sanciones de manera más eficiente y con menor intervención humana.
El impacto esperado es significativo. Las autoridades francesas esperan que estas herramientas no solo aumenten la detección de infracciones, sino que también modifiquen el comportamiento de los conductores gracias a la sensación de vigilancia permanente.
En una línea similar, otro avance reciente es la prueba de un radar inteligente que detecta si el conductor ha consumido alcohol, drogas o si está usando el móvil mientras conduce. Este sistema fue desarrollado en Australia, donde logró una reducción del 18% en los fallecimientos por accidentes de tráfico durante sus primeras pruebas. Actualmente se encuentra en fase piloto en el Reino Unido, en las regiones de Devon y Cornualles, funcionando no como un sistema sancionador directo, sino como una herramienta preventiva que alerta a las autoridades para aplicar controles.
No obstante, estos avances tecnológicos no han estado exentos de cuestionamientos. Algunos sectores han planteado dudas sobre sus verdaderos fines, poniendo sobre la mesa la posibilidad de que estas iniciativas, más allá de buscar mayor seguridad, también respondan a motivos recaudatorios o puedan generar sanciones erróneas.
Estas preocupaciones abren paso a un debate más amplio sobre los desafíos éticos y de privacidad que trae consigo el uso de inteligencia artificial en espacios públicos. La capacidad de estas cámaras para monitorear de forma continua el comportamiento de los conductores plantea interrogantes sobre el tratamiento de datos personales, el alcance del control automatizado y los límites que deberían establecerse para proteger los derechos ciudadanos. A medida que la tecnología avanza, también debe hacerlo el marco normativo que garantice un uso responsable, proporcional y transparente.
Francia no está sola en esta transformación. Otros países ya están implementando soluciones similares en sus sistemas de transporte. En Bélgica, por ejemplo, ciudades como Bruselas y Amberes utilizan inteligencia artificial para optimizar semáforos, detectar infracciones y enviar alertas a las autoridades. Argentina ha comenzado a aplicar IA en la gestión del tráfico en Buenos Aires, incluyendo pruebas piloto con autobuses autónomos. México, por su parte, enfrenta un escenario complejo: con más de 15.000 muertes anuales por accidentes de tránsito, ha aprobado una nueva Ley Nacional de Movilidad que incorpora tecnologías inteligentes, sensores y sistemas de fiscalización automatizados para enfrentar la crisis vial.
Chile, en comparación, aún no ha dado pasos significativos en esta dirección. Si bien existen sistemas básicos de fiscalización como cámaras para control de velocidad o intersecciones con semáforos, la incorporación sistemática de inteligencia artificial en el monitoreo del tránsito aún no se ha materializado. Si bien todavía no existe una implementación a gran escala, ya se han desplegado algunas soluciones tecnológicas con foco en movilidad y seguridad, aunque de forma fragmentada.
Entre los avances recientes destaca el sistema de telepeaje “Free Flow”, los semáforos inteligentes que ajustan sus tiempos según el flujo vehicular, y las luminarias que modifican su intensidad según la presencia de vehículos o peatones. También se están desarrollando proyectos piloto con alumbrado público inteligente y plataformas de monitoreo en autopistas urbanas. Un caso destacado es el Controlador A6 de Auter, una tecnología que incorpora inteligencia artificial y sensores para detectar peatones vulnerables y ajustar los semáforos en consecuencia, actualmente en proceso de homologación por parte de la Unidad Operativa de Control de Tránsito (UOCT).
Por otro lado, dispositivos como los radares pedagógicos ya están siendo implementados por municipios como herramientas educativas y de gestión basada en datos. Estos detectan la velocidad de vehículos en tiempo real y generan estadísticas que permiten diseñar políticas locales de reducción de velocidad y mejora del entorno urbano.
No obstante, estos avances coexisten con desafíos estructurales que impiden un salto significativo hacia una infraestructura vial verdaderamente inteligente. Para el académico de Ingeniería en Construcción y Transportes de la PUCV y Consejero de Políticas de Infraestructura (CPI), Álvaro Peña, uno de los principales desafíos es pasar de soluciones aisladas a una visión más sistémica.
“Chile tiene el potencial de convertirse en un referente regional en la implementación de autopistas inteligentes, integrando tecnologías emergentes que incluyen la comunicación V2I (Vehicle to Infrastructure), sensores IoT desplegados a lo largo de la infraestructura vial y plataformas de análisis predictivo para la gestión del tráfico”, afirma Peña. Sin embargo, estos desarrollos, si bien prometedores, aún no forman parte de una estrategia nacional coordinada que permita su escalamiento.
Por su parte, Hernán de Solminihac, presidente del Colegio de Ingenieros de Chile y exministro de Obras Públicas, subraya que la adopción de tecnologías avanzadas para la recopilación y análisis de datos, la conectividad vehicular y la gestión automatizada del tráfico está “todavía en sus primeras etapas”, lo que a su juicio se debe a la falta de infraestructura digital robusta y a la necesidad de un marco regulatorio que impulse la innovación en este sector.
Solminihac señala además que el país debe prepararse para la llegada de tecnologías más disruptivas: “Falta implementar sensores para la detección de anomalías en las carreteras, sistemas de monitoreo estructural en tiempo real o tecnologías que faciliten la conducción autónoma. Chile necesita un enfoque más integral en la planificación y desarrollo de su infraestructura vial”.
La oportunidad está en transitar desde proyectos aislados a una política pública integral de movilidad inteligente, que aborde no solo la conectividad vehicular, sino también la sostenibilidad, la equidad territorial y la interoperabilidad entre actores públicos y privados.
En este escenario de innovación, el ecosistema insurtech podría desempeñar un rol clave. “Hoy la tecnología no solo permite medir el riesgo con más precisión, sino también anticiparlo y prevenirlo. En ese sentido, las soluciones insurtech tienen un potencial enorme para integrarse con sistemas de monitoreo inteligente como los que Francia está impulsando”, afirma Andrea Triat, Directora Ejecutiva de InsurteChile.
El uso de cámaras inteligentes y sensores conectados permite recolectar datos en tiempo real sobre los hábitos de conducción, lo que abre la puerta a modelos de seguros más flexibles y personalizados. “El uso de datos en tiempo real permite desarrollar seguros más justos, que reflejan el comportamiento real del conductor y no solo su historial. Esto incentiva hábitos más seguros y nos ayuda a avanzar hacia una cultura de prevención”, agrega Andrea Triat.
Además, estos avances tecnológicos no solo benefician a los conductores. Las aseguradoras también pueden optimizar su capacidad de anticipación frente al riesgo, mejorar los tiempos de respuesta ante siniestros y avanzar hacia una industria más proactiva. “Chile tiene la oportunidad de aprovechar estas tecnologías no sólo para reducir siniestros, sino para transformar completamente la relación entre aseguradoras, conductores y reguladores. La colaboración entre el sector público y el insurtech será clave”, concluye la directora de InsurteChile.
El camino que está tomando Francia es un anticipo de lo que podría ser el futuro de la movilidad segura. Para países como Chile, el desafío no es sólo adoptar la tecnología, sino también construir un ecosistema donde actores públicos, privados y aseguradores colaboren para poner la innovación al servicio de la vida.
Fuentes:
https://www.newsweek.com/
https://www.cope.es/
https://www.rfi.fr/
https://www.pcdemano.com/
https://www.intertraffic.com/
https://obrasciviles.usm.cl/
https://www.ingenieros.cl/