Si hay valor siempre habrá alguien interesado en asegurarlo. Así ocurre con los NFT (Token No Fungibles) que han generado importantes inversiones en el mercado del arte y por lo tanto, se han convertido en un foco de interés para las aseguradoras.
Pero retrocedamos un poco. ¿Qué es un NFT? Es un valor financiero que consta de datos digitales almacenados en una cadena de bloques (blockchain). Los NFT suelen contener referencias a archivos digitales como fotos, videos y audio.
Hace unos meses, los NFT comenzaron a revolucionar el mundo de los activos digitales al permitir la autenticación de las creaciones digitales. Antes de las NFT, una copia de un archivo digital era idéntica al original. Al estar basados en tecnología blockchain, los NFT están conectados a un registro histórico descentralizado que permite establecer su procedencia. Como resultado, el original no es fungible ni intercambiable ni muchos menos “pirateable”.
Así las cosas, los NFT representan importantes desafíos para las aseguradoras.
Por un lado, ¿cómo definimos qué es lo que estamos asegurando? Una casa, un auto o una colección de cuadros, son todas cosas que existen en el plano de lo “físico”. Los NFT no. A diferencia de una exhibición en un museo, los NFT no pueden dañarse por un incendio ni ser robados
Otro importante desafío es que los NTF y el arte que representan, en esencia, no son lo mismo. Como lo dice su nombre, el NFT es un token que proporciona una firma digital única de un archivo, pero la obra de arte existe en otro lugar, fuera de él.
¿Entonces cómo pueden asegurarse? Las pólizas de seguro cibernético pueden proporcionar un modelo para desarrollar pólizas NFT, ya que abordan una pérdida que ocurre cuando fallan las redes digitales. La responsabilidad recaería entonces en quienes administran estas redes. También vemos un número creciente de empresas que está explorando un producto similar a un fondo mutuo discrecional como una alternativa al seguro tradicional que sí podría aplicarse a las NFT. Este modelo permite la creación de fondos de seguros descentralizados que pueden cubrir las pérdidas experimentadas por quienes operan en la economía descentralizada.
Sin embargo, la aplicación se limita a una pérdida que ocurre como resultado de fallas en los contratos inteligentes que están programados en el NFT y que rigen su intercambio, en lugar de una pérdida como resultado de circunstancias externas como el robo.
Estas son todas preguntas importantes que la industria se está haciendo y para las cuales aún no hay respuestas certeras. Sin embargo, dado que de momento los robos de NFT que generalmente se conocen se deben a que los propietarios no toman las precauciones necesarias para protegerlos con las medidas de seguridad disponibles, como el almacenamiento fuera de línea y la autenticación de múltiples factores, pareciera ser que el mejor consejo para aquellos que buscan proteger sus NFT es el autoseguro y la seguridad cibernética.
Y claro, aún persiste un riesgo más difícil de evaluar y es que es si las NFTs realmente mantendrán su valor en el tiempo ya que todavía hay dudas sobre si se trata de un mercado con una base real, tanto desde el punto de vista del coleccionismo como del marketing. Estará por verse.