La computación cuántica, considerada una de las tecnologías más prometedoras de nuestro tiempo, ha alcanzado un nuevo hito con la presentación de Willow, el chip cuántico desarrollado por Google que promete resolver problemas que, para las supercomputadoras actuales, tomarían más tiempo del que ha existido el universo. Este avance redefine no sólo el potencial de esta tecnología, sino también sus aplicaciones prácticas en sectores clave como las finanzas, la ciberseguridad y, particularmente, el insurtech.
¿Qué es Willow y qué lo hace especial?
Willow es un procesador cuántico compuesto por 105 cúbits superconductores que, gracias a un avance revolucionario en corrección de errores, puede ejecutar cálculos con una precisión nunca antes vista. Este chip es capaz de resolver en cinco minutos tareas que un superordenador necesitaría cuatrillones de años para completar, como lo ha demostrado con pruebas de muestreo aleatorio de circuitos (RCS).
El secreto detrás de Willow radica en su capacidad de minimizar errores exponencialmente conforme se añaden más cúbits. Este avance ha sido posible gracias a la agrupación de cúbits físicos en cúbits lógicos, lo que mejora la estabilidad y la eficiencia del sistema. Según los científicos de Google, esto marca un punto de inflexión crítico, ya que, por primera vez, un sistema cuántico se vuelve más eficiente a medida que crece, en lugar de introducir más errores.
Empresas como IBM y Microsoft ya están explorando la computación cuántica en sectores como la logística y la energía. Sin embargo, Google ha dado un paso más con Willow al acercar la tecnología cuántica a soluciones tangibles. Por ejemplo, en el sector energético, el uso de chips como Willow podría optimizar el diseño de baterías más eficientes, una necesidad clave en la transición hacia vehículos eléctricos, además del desarrollo de nuevos medicamentos o avances en energía de fusión nuclear, entre otros.
En el ámbito financiero, los modelos de portafolio y análisis de mercado podrían beneficiarse de simulaciones ultrarrápidas que analicen millones de variables en tiempo real.
En el insurtech, esto se traduce en la posibilidad de ofrecer seguros más asequibles y adaptados a las necesidades específicas de los clientes, basados en análisis cuánticos hiperprecisos.
El futuro del Quantum Computing y el insurtech
La computación cuántica podría tener un impacto directo en el insurtech al transformar cómo las aseguradoras analizan riesgos, optimizan carteras y mejoran la experiencia del cliente. Algunas aplicaciones prácticas incluyen el análisis avanzado de riesgos, en donde la computación cuántica puede simular escenarios complejos de riesgos climáticos o financieros en segundos, algo que los modelos tradicionales tardarían mucho más en realizar. Esto permite una mejor evaluación de primas y coberturas personalizadas.
Por otro lado, los algoritmos cuánticos podrían ser capaces de identificar patrones sutiles y anomalías en grandes volúmenes de datos, haciendo que la detección de fraude sea más precisa y eficiente. Sumado a lo anterior, también sería una herramienta clave para desarrollar sistemas de ciberseguridad que protejan datos sensibles de clientes y empresas.
Se estima que para 2030 habrá cerca de 5.000 computadoras cuánticas operativas, lo que abrirá nuevas puertas para industrias enteras. En el caso del insurtech, la integración de estos avances promete revolucionar cómo las aseguradoras interactúan con sus clientes, gestionan riesgos y responden a desafíos globales.
Willow no es solo un chip; es una ventana al futuro. La computación cuántica ya no es un concepto lejano, sino una herramienta práctica con aplicaciones disruptivas que están cambiando radicalmente la forma en que enfrentamos los problemas más complejos del mundo. Y en el corazón de esta revolución, sectores como el insurtech encontrarán nuevas formas de innovar y prosperar en un mundo cada vez más interconectado y digitalizado.
Fuentes:
https://elpais.com/
https://www.mckinsey.com/
https://www.bbva.com/es/
https://www.plainconcepts.com/
https://www.ibm.com/